El acto organizado por CCOO de Euskadi ha recordado a los Abogados de Atocha en la Plaza de las mujeres 25 de noviembre, en Bilbao, y ha contado con representantes de distintos grupos políticos del Ayuntamiento de Bilbao, del mundo de la judicatura y de la abogacía.
La dirección del PCE-EPK junto a militantes de Bilbao han estado presentes en el acto en memoria de los abogados laboralistas, miembros del sindicato y del PCE asesinados en Enero de 1977 por miembros de la extrema derecha.
Cuarenta años del asesinato de los abogados de Atocha, cuarenta años de lo que se llamó la semana trágica, en la que el fascismo enseñó su cara más sangrienta sumando los asesinatos de los estudiantes Arturo Ruiz y María Luz Nájera a los de nuestros camaradas de Atocha Serafín Holgado, Luis Javier Benavides, Enrique Valdelvira, Ángel Rodríguez y Francisco Javier Sauquillo.
No olvidamos que los mataron por su militancia en el PCE, en CCOO, por su actividad en el movimiento vecinal, por su colaboración con el resurgir del feminismo, los mataron por tratar de construir un proyecto de sociedad libre, igualitaria y plenamente democrática.
También recordamos a quienes con ellos lucharon en difíciles condiciones por las libertades, que sobrevivieron al acto terrorista de Atocha y que nos dejaron como Luis Ramos, Miguel Sarabia Gil y Lola González Ruiz.
Fueron días, meses duros, de una resistencia de quienes no querían perder los privilegios derivados del régimen franquista, de quienes consideraban que la victoria militar de 1939 les daba derecho de dominio para siempre sobre España.
Las matanzas de esos días, buscaban provocar una espiral de violencia que justificara acabar con las posibilidades de cualquier avance democrático, los fascistas se sabían una minoría y eran conscientes que solamente desde la violencia podrían mantener un régimen que ya no le interesaba prácticamente a nadie en este país, incluida por supuesto la derecha económica y política.
El PCE en ese momento asumió su responsabilidad y no alentó, ni por activa, ni por pasiva esa espiral de violencia que se pretendía generar, demostró capacidad organizativa y visión de la situación política, pero reconocer esta actuación, no nos puede llevar a admitir que el PCE se ganó la legalización esos días y que de forma especial, se la ganó en la manifestación que supuso el entierro de los abogados, por haber demostrando capacidad de contención y autocontrol. Esta es una interpretación tendenciosa, que no admitimos, porque, la realidad es que al PCE se le legaliza, porque su lucha de cuarenta años frente a la dictadura hacía imposible legitimar unas elecciones sin la participación de la fuerza más numerosa, organizada y con influencia social.
Desde esta reivindicación del papel que jugaron miles de personas en la lucha antifranquista, es donde cobra valor el sacrificio de las abogadas y abogados que en despachos de todo el Estado ayudaban a la consolidación de un potente movimiento popular, y de forma especial de los abogados asesinados en el Despacho de Atocha, y de tantas otras personas que dieron su vida frente a la barbarie fascista, porque lo que realmente hay que poner en evidencia un día como hoy, es el asesinato cometido, la brutal actuación de las bandas fascistas, el papel cómplice de la policía, porque esa lucha, la de cientos de abogadas y abogados, miles de sindicalistas, activistas vecinales y estudiantes, fue la que forzó los cambios que se produjeron.
Porque quienes tratan de que se admita que todo fue una hábil negociación de las dirigencias, del franquismo y de la oposición, que obligaba no ya al perdón, sino también al olvido, están reescribiendo la historia, para justificar el porqué cuarenta años después en este país todavía no se ha conseguido que las víctimas del franquismo tenga derecho a la Verdad, la Justicia y la Reparación que merecen.
Por ello, en este cuarenta aniversario, ponemos de manifiesto la necesidad de que se termine con la vergüenza de tener que recurrir a tribunales de países extranjeros para conseguir lo que en el nuestro se les niega a las víctimas del franquismo, admitir la realidad de que en esa triste etapa de nuestra historia existían víctimas y verdugos, que no se pueden equiparar, y que el hecho de que las víctimas renunciaran a la venganza, el PCE llamo a la reconciliación nacional ya en 1956, no significa que renunciaran a la justicia y mucho menos que renunciáramos a que se conozca la verdad de quienes fueron los verdugos y qué intereses defendían.
Esta es la mejor, y casi única manera de rendir hoy homenaje a los abogados asesinados en el Despacho de Abogados de Atocha, un 24 de enero de 1977, y sobre todo es la mejor aportación en la lucha contra el fascismo y para que estas matanzas no se repitan.
En tiempos en los que el fascismo parece volver a tratar de ganar terreno, bajo diversas apariencias, es más necesario que nunca recordar la barbarie que supuso la etapa más negra de nuestra historia. Por ello la militancia del PCE rinde hoy homenaje a nuestros camaradas, con el compromiso de mantener viva la bandera roja, y la lucha por el socialismo, la libertad, la plena democracia, y la justicia social por la que ellos dieron su vida, en definitiva nuestro compromiso de mantener vivo y activo al Partido Comunista de España, a las Comisiones Obreras, y construir la más amplia alianza social en beneficio de la clase trabajadora.