El conflicto catalán visualiza la profunda crisis en la que está inmerso el régimen del 78, incapaz de resolver los problemas sociales y territoriales, por lo que necesitamos un nuevo marco republicano capaz de dar respuestas democráticas a las necesidades de la gente.
39 años después de la proclamación de La Constitución de 1978, podemos constatar que ha sido incapaz de ofrecer soluciones a los graves problemas que existen en el conjunto del Estado. Paro, deterioro irrefrenable de derechos como la educación pública y la sanidad universal, mordaza a las libertades, falta de reconocimiento de las naciones, corrupción, desconfianza ciudadana en las instituciones, desigualdad de género y terrorismo machista. Estos son tan solo algunos de los problemas que la ciudadanía sufrimos y soportamos cada día con más crudeza.
El modelo de Estado surgido de la llamada Transición está roto: la Constitución de 1978 declara derechos que a nadie garantiza (vivienda y trabajo dignos, servicios público de calidad y de acceso universal, redistribución de la riqueza, etc.), y en tiempos difíciles como los actuales hace recaer todo el peso sobre las familias trabajadoras, liquidando la democracia formal en favor de la dictadura de los mercados.
Sólo con un nuevo marco, con un nuevo modelo, puede haber una salida real, una salida social a la decadencia e involución democrática y social que padecemos, que dé respuesta a las necesidades de los millones de personas que sufren directamente las consecuencias de esta peligrosa involución.
Por ello planteamos la necesidad de superar el agotado y carcomido régimen del 78 para construir un nuevo modelo de Estado y de sociedad, más justo, igualitario, democrático y social. Lo que ofrecemos es responder al actual proceso de regresión social y política con una alternativa constituyente republicana. No vale en la actual situación de grave crisis política y social, con reformas parciales, de maquillaje y cosmética de la Carta Magna sino que hace falta escribir un nuevo texto a partir de un proceso constituyente participativo de abajo a arriba.
Es la hora de la III República. Una República social, laica, feminista, participativa y solidaria. Una III República plurinacional respetuosa con la identidad de los pueblos y su derecho a decidir.
Por ello, la conferencia nacional del Partido Comunista de Euskadi llama a defender y movilizarse en defensa de este nuevo marco constitucional, en defensa de la III República.
