Hoy, 22 de febrero, es el Día Europeo por la Igualdad salarial. Con motivo de tal fecha, desde la secretaría de la Mujer del PCE-EPK denunciamos la situación de desigualdad estructural que padecemos las mujeres en todos los ámbitos de la vida, incluido el ámbito laboral.
En España prácticamente el 70% de los casi dos millones de personas asalariadas que perciben el salario mínimo somos mujeres.
En Euskadi la brecha salarial entre sexos es un problema crónico. Actualmente se calcula que las mujeres en la comunidad autónoma vasca cobramos 7500 euros menos que los hombres. Estas diferencias de sueldo entre hombres y mujeres son injustas y antidemocráticas. Por sectores, las mayores diferencias se producen en el sector servicios, un sector ampliamente feminizado.
En muchas ocasiones las mujeres tienen que aceptar ocupaciones de mayor flexibilidad laboral para equilibrar las necesidades del trabajo y la familia, lo que contribuye a la citada segregación laboral. En la CAV más del 80 % del trabajo a tiempo parcial es desarrollado por las mujeres.
La precariedad, parcialidad y temporalidad que sufren las mujeres unido a la brecha salarial provocan pobreza y desigualdad. En Euskadi, es relevante el número de mujeres que perciben la Renta de Garantía de Ingresos (RGI), la mayoría por ser familias monomarentales y mujeres mayores de 65 años, fruto de la desigualdad estructural que padecemos.
Es urgente que se tomen medidas para combatir la brecha salarial.
Así, La Recomendación emitida por la Comisión Europea en 2014 sobre transparencia salarial constituye una seria llamada de atención al ordenamiento jurídico español para que corrija esta grave deficiencia y para que establezca mecanismos adecuados para la corrección efectiva de las diferencias retributivas.
Sin embargo, el gobierno del Partido Popular con el presidente del Gobierno a la cabeza, Mariano Rajoy cuando ha sido preguntado por si mujeres y hombres a igual trabajo deberían de cobrar lo mismo responde “No nos metamos en eso”.
Frente a la actitud del PP, desde el PCE-EPK insistimos en la necesidad de plantear reformas en la normativa laboral para favorecer la corresponsabilidad y la permanencia de las mujeres en el trabajo.
Junto a ello, es preciso tomar medidas relativas a la consecución del aumento de la tasa de actividad de las mujeres:
- La equiparación de los permisos de maternidad y paternidad.
- La racionalización de horarios.
- La financiación de una red de servicios sociales para la atención de las personas dependientes, con especial atención a la educación de 0 a 3 años.
- Ruptura del techo de cristal y garantía de acceso a los servicios de todas la mujeres, con independencia del medio rural o urbano en el que habiten.
El gobierno del Estado tiene que cumplir con la Recomendación de la Comisión Europea sobre transparencia salarial, incorporando mecanismos de transparencia en las empresas y en las estadísticas oficiales incorporando en la normativa laboral el concepto de igual retribución por trabajo de igual valor.
En materia de negociación colectiva, es preciso que se establezcan mecanismos de control de los convenios colectivos para asegurar que no contengan cláusulas discriminatorias por razón de género, particularmente en relación con la incorrecta valoración de puestos de trabajo.
Del mismo modo, es necesario el incremento de las actuaciones de la Inspección de Trabajo para detectar y sancionar la discriminación que a diario sufrimos en nuestros puestos de trabajo.
Los pasos a dar son fundamentales para acaba con la brecha salarial, una brecha que a día de hoy profundiza la desigualdad que las mujeres padecemos. Acabar con ella, será fundamental para conseguir avanzar en la igualdad real y efectiva.
Que el día por la Igualdad Salarial sea un paso más hacia la próxima huelga feminista del 8 de marzo.