Adjuntamos el artículo de nuestras compañeras de Navarra (Esther Ripa, Soco Ojer y Alicia López, Secretaría de Mujer del PCE-EPK Navarra) reflexionando y aclarando los aspectos de la prostitución.
Muchas veces oímos la frase categórica de: “la prostitución es el oficio más antiguo del mundo y siempre ha existido”. Desde el PCE-EPK Navarra negamos esta afirmación por las razones que pasamos a detallar.
En primer lugar, negamos que la prostitución sea un oficio. Si entendemos oficio como la venta de fuerza de trabajo y / o conocimientos por un salario, en el caso de la prostitución esto no se da, puesto lo que se pone en venta es el cuerpo entero de la persona prostituida, en un régimen de esclavitud en alquiler.
En segundo lugar, es totalmente falso que de ser un oficio sea el más antiguo del mundo y haya existido siempre, puesto que la prostitución nace en un contexto de la historia y pre-historia muy concreto que es el neolítico, cuando los grupos humanos consiguen abandonar el nomadismo y se establecen en núcleos asentamientos semi-permanentes o permanentes, tras controlar la ganadería y la agricultura, y con ello nace la propiedad privada. Fue a partir de ese momento, cuando los varones se dan cuenta de que quieren controlar nuestros cuerpos como si de una propiedad privada se tratara, y lo hicieron a través de la violencia imponiéndonos el linaje patriarcal como método, puesto que, hasta ese momento, la transmisión del linaje era de la mujer porque biológicamente no había dudas de a quién pertenecía la descendencia; y para lograr este objetivo los varones establecieron que tendrían una mujer para cada uno y unas pocas para todos, las prostitutas. Por tanto , la prostitución no ha existido siempre sino a partir de un momento histórico concreto, que ya bien trataron Morgan, Federico Engels y Gerda Lerner.
Volviendo a la primera argumentación, no cuestionamos la puesta en venta del cuerpo de la mujer cuando parte del “consentimiento” y mucho menos cuando parte de la trata y tráfico de mujeres y niñas para la explotación sexual. Cuestionamos por entero la demanda masculina y la compra, alquiler de los cuerpos de mujeres y niñas para perpetuar la dominación masculina sobre nuestras vidas. Esta situación parte de la desigualdad en las relaciones sociales y afectivo-sexuales y se basan en la dominación y explotación, por tanto, es violencia contra las mujeres. En palabras de Katja Ekis Ekman (periodista y activista sueca) prostitución es lo siguiente: sexo entre dos personas, en la que una persona quiere sexo y la otra no a través de una “contraprestación económica”. Normalmente en la mayoría de casos se da entre un hombre y una mujer, siendo el hombre el que quiere sexo y quién paga y la mujer quién recibe el pago fruto de la feminización de la pobreza”. Por tanto, atendiendo a esta definición la desigualdad de género y de clase quedan patentes, por lo que su “ejercicio” genera violencia contra las mujeres.
En tercer lugar, es absolutamente indisociable la trata y la prostitución. Ambas situaciones deben ser abordadas desde el mismo origen: la demanda masculina surgida en el patriarcado. La trata existe porque existe la prostitución, y la prostitución existe porque hay demanda masculina; la trata de mujeres y niñas normalmente procede de países del sur hacia el norte porque en el norte no hay “oferta” suficiente de mujeres que quieran estar en prostitución.
Por todo ello, desde el PCE-EPK Navarra queremos felicitar al Parlamento de Navarra en su conjunto por la modificación de la Ley Foral 14/2015 de 10 de abril para actuar contra la violencia hacia las mujeres, modificada por la Cámara Foral el pasado 12 de abril en la que se modifican los artículos 18 y 19 en torno a la publicidad de prostitución de medios de comunicación; y la ampliación de la consideración de violencia de género no solo en caso de trata y explotación sexual sino también en prostitución aún habiendo consentimiento.