Dos nuevos accidentes laborales mortales ayer miércoles 22 de Enero. Uno en Arcelor de Olaberria y otro en Sunbilla.
Para el Partido Comunista las altas cifras de accidentes laborales mortales que estamos conociendo en el primer mes del año 2020 son un reflejo fiel de la realidad que viven las y los trabajadores durante todo el año y no son desgraciadamente una excepción anomala, tal y como indican las cifras glovales. Así el pasado año fueron más de 600 personas las que perdieron su vida en accidente laboral en el conjunto del Estado y más de treinta en el caso de Euskadi. Lo que demuestra que los más de diez muertos que llevamos este año –más de la mitad de los mismos en Euskadi- no son excepcionales sino que son desgraciadamente la norma como consecuencia directa de una realidad de precariedad en aumento en el mundo del trabajo que debería ser revertida si queremos dar la vuelta a dicha dura situación.
Durante el pasado año los accidentes laborales aumentaron en Euskadi y que murieron como consecuencia de los mismos más de treinta personas en nuestra comunidad. Lo más sangrante es que según reconoce el propio Osalan, la mayoría de estas muertes eran evitables, lo que demuestra que desde la política se debe ser mucho más contundente para abordar este problema y garantizar que todas esas muertes laborales no se produzcan.
En este sentido el Secretario General del PCE-EPK, Jon Hernández ha querido recordar que durante toda la legislatura su coalición en el Parlamento Vasco –Elkarrekin Podemos (Podemos, Ezker Anitza-IU, Equo)- ha insistido en la idea de que la inspección de trabajo existente es del todo insuficiente para la dimensión del problema que deben abordar.