Ante la confirmación del cierre de la planta de fabricación de palas de Aoiz y el despido de sus 239 trabajadores y trabajadoras, el PCE-EPK en Navarra quiere mostrar su total solidaridad con las familias que han sufrido este nuevo golpe del capitalismo en nuestra tierra.
Así, hacemos nuestras todas las movilizaciones de denuncia que se convoquen al mismo tiempo que llamamos al conjunto de la sociedad a apoyarlas y demostrar que la unión de la clase trabajadora es clave para frenar este tipo de atropellos.
Porque este nuevo ataque empresarial no se justifica sino por el afán especulador y acaparador de una multinacional, Siemens Gamesa, que tras varias fusiones y compra de empresas deja ahora en la estacada a sus trabajadores navarros tras haberse y seguir beneficiándose de nuestra Hacienda Foral.
Frente a los chantajes y a los falsos lamentos de Siemens Gamesa, se necesita en Navarra y en el conjunto del Estado un Gobierno fuerte y decidido a apostar por una reindustrialización que garantice la ssoberanía productiva y energética al servicio de la clase trabajadora y no de los especuladores. Por todo ello, exigimos al Gobierno de Navarra una contundente respuesta al cierre de la planta de Aoiz y nuevos mecanismos legales que pongan freno a estas deslocalizaciones. Entre ellos, desde el Partido Comunista defendemos la entrada del Gobierno autonómico en los Consejos de Administración de aquellas empresas que reciben inversiones públicas.
En ese sentido, cabe recordar que hace apenas dos meses, a principios de mayo, la empresa ahora alemana anunciaba la adquisición por 200 millones de euros de la planta portuguesa de Ria Blades, relacionada con la compañía germana Senvion que también compró Siemens. Ambos movimientos, bendecidos por la Comisión Europea, ya presagiaban el principio del fin de la planta de Aoiz, dibujando negros nubarrones para el resto de las fábricas que todavía siguen abiertas en el resto de España.
Una vez más, queda demostrado que sólo una implicación directa de las administraciones autonómicas o estatales en los órganos donde se toman las decisiones, junto al trabajo de los sindicatos, garantizan el mantenimiento y desarrollo local de las compañías estratégicas asentadas en nuestro territorio. Así, desde que en 2017 Siemens Wind Power y Gamesa se fusionaron, la toma de decisiones cada vez se ha ido alejando más de Navarra, acercándose a los paraísos especuladores que trasladan la producción a lugares donde las condiciones de sus trabajadores y trabajadoras son infinitamente peores y se lanzan a aventuras como la del mercado de India, donde Siemens Gamesa reconoció hace unas semanas haber perdido 339 millones solo en seis meses.
Pamplona – Iruñea, a 1 de julio de 2020.