La dirección de Aernnova ha anunciado la intención de despedir al 20% de su plantilla bajo la excusa de la situación económica surgida tras el estallido de la emergencia sanitaria provocada por el COVID-19. Ante este hecho, desde el PCE-EPK queremos mostrar nuestra solidaridad, apoyo y disposición con las trabajadoras de esta empresa, que se suma a la triste lista de empresas que, aplicando la lógica capitalista, antepone los intereses de los accionistas al futuro de su personal.
La situación de Aernnova o Tubacex en Araba, ITP en Bizkaia, Siemens Gamesa en Navarra y muchas más en el conjunto del Estado, junto a la incertidumbre en el sector del auto crea una tormenta perfecta para que la patronal con el beneplácito del PNV se lance a una ofensiva de recortes en los derechos de la clase trabajadora.
Frente a esta ofensiva, desde el PCE-EPK llamamos a una acción coordinada del conjunto de sindicatos de clase y organizaciones políticas tanto en la calle, en los centros de trabajo, así como en las instituciones, para defender los derechos de la clase trabajadora. Así mismo, denunciamos que la acción del Gobierno Vasco no puede limitarse a avisar de que esto no ha hecho más que comenzar, que vendrán más noticias como esta y que trabajadores y trabajadoras deben bajarse los salarios para que los accionistas de estas empresas puedan mantener sus beneficios.
La salida a la crisis no puede volver a recaer sobre las espaldas de la clase trabajadora. Y desde luego, la respuesta que como sociedad debemos dar a estos ataques no puede limitarse a pedir que los recortes se realicen fuera del territorio. Es el momento de presentar una acción coordinada dentro de los grupos empresariales y también a nivel de territorio unificando las luchas para defender los derechos de la clase obrera frente a la patronal.
Desde el PCE-EPK entendemos que las propuestas de reconstrucción post COVID-19 deben pasar necesariamente por el fortalecimiento del tejido industrial desde una perspectiva de titularidad pública, por eso defenderemos en todos los ámbitos que el Gobierno tome las riendas del asunto y ponga todos los medios a su disposición para evitar dichos despidos, incluyendo la intervención económica en todas aquellas empresas que puedan considerarse estratégicas para el futuro de nuestra economía atendiendo siempre a tres principios básicos: mantenimiento de la actividad industrial, mantenimiento de los puestos de trabajo y capacidad de la administración pública en la toma de decisiones empresariales.
