El Primero de Mayo es el día de reivindicación de la lucha de la clase obrera. Nació de la lucha por limitar la jornada laboral diaria a 8 horas, y desde entonces, es el día en el que reivindicamos el orgullo de pertenecer a la clase creadora de riqueza y motor del progreso de la historia. Este año sobran motivos para sentirnos orgullosos de nuestra clase y para luchar por mejorar nuestras vidas.
Ha sido un año durísimo, en el que hemos perdido a seres queridos y en el que hemos sufrido la enfermedad; un año tras el que acumulamos cansancio y dificultades, por el largo confinamiento y la incertidumbre ante la difícil situación económica, el paro y la precariedad.
En estos momentos tan difíciles, ha sido la clase obrera quien ha garantizado la salud y el cuidado de toda la sociedad, visibilizando especialmente a los sectores esenciales, que son quienes más sufren la precariedad, en su mayoría, mujeres e inmigrantes.
Por el contrario, hemos visto cómo los grandes capitalistas han puesto sus beneficios por encima de la salud, especulando con las vacunas y con bienes de primera necesidad, o a empresarios irresponsables obligando a trabajar sin cumplir las medidas sanitarias. A la derecha y a la ultraderecha utilizando la pandemia para hacer caer al Gobierno progresista en el Estado y seguir agitando su odio para intentar dividir y distraer a la clase trabajadora de sus verdaderos problemas. Y los Borbones aprovechando el shock para intentar tapar su escandalosa corrupción.
A pesar de la propaganda, de cientos de bulos y mentiras es evidente que la pandemia nos ha golpeado más duro por la precariedad de los servicios públicos tras años de recortes criminales, especialmente a manos de los gobiernos corruptos del PP, y que sus consecuencias económicas serían hoy más dramáticas sin las medidas impulsadas por Unidas Podemos-IU en el Gobierno de coalición. El escudo social, con todas sus limitaciones, ha servido para que la crisis no recaiga sobre los mismos de siempre.
Hay que mantener el escudo social en tanto dure la pandemia, pero lo que toca ahora es recuperar derechos para acabar con la precariedad. Y para ello hay dos claves: cumplir el programa de Gobierno de coalición y poner los fondos europeos para la reconstrucción al servicio de la mayoría social para hacer realidad estos objetivos:
- Derogar las reformas laborales y seguir subiendo el SMI para que haya trabajo digno.
- Reforzar todos los servicios públicos, empezando por la sanidad y la educación.
- Aprobar una ley que garantice el derecho a la vivienda y regule los precios del alquiler.
- Derogar la reforma de las pensiones, mejorar y asegurar su carácter público.
- Derogar la ley mordaza para asegurar las libertades democráticas.
- Reindustrializar el país, reforzar el sector público, la investigación, desarrollo y apostar por una economía verde, como garantía de soberanía y empleo de calidad.
- Ampliar la protección social con un sistema público de
- Reformar el sistema de impuestos que sea progresivo para repartir la riqueza y avanzar en igualdad.
- Fomentar la cultura crítica y popular y extender el sistema público de educación para acabar con la ignorancia sobre la que crece el fascismo.
Una agenda de transformaciones de la mayoría social a la ofensiva, frente a la minoría de privilegiados. Esta es la agenda del PCE. Llamamos a que sea la del movimiento obrero y popular, y trabajaremos en todos los frentes para que sea la agenda del gobierno de coalición.
Además, este Primero de mayo abordamos dos retos inmediatos:
Frenar al fascismo el 4 de mayo en la Comunidad de Madrid y echar a quienes han hecho un arma política de la pandemia y castigan a la clase trabajadora desde hace décadas con recortes, privatizaciones y corrupción. ¡Que hable la mayoría!
Extender la vacunación para acabar lo antes posible con la pandemia. Llamamos al movimiento por la sanidad pública y a los sindicatos a impulsar y exigir ¡vacunas públicas!
En el año del Centenario de nuestra fundación continuaremos luchando. Hoy como hace cien años, estaremos presentes en los centros de trabajo y estudio, en los barrios populares, en las ciudades y en el campo y en el mundo de la cultura, para reforzar los sindicatos y las organizaciones populares, para crear solidaridad y conciencia de clase, en primera línea, al servicio de la clase obrera para salir de la pandemia sin dejar a nadie atrás y seguir construyendo unidad y poder popular rumbo a la III República y el socialismo.
Gora Maiatzaren Lehena! Gora langileon borroka!