El militante comunista vecino de Rotxapea y ferroviario de profesión fue detenido y
fusilado a finales de agosto de 1936 · El Partido Comunista muestra su agradecimiento por los trabajos de identificación realizados.
El pasado mes de julio fueron exhumados diez cadáveres en una fosa común localizada en el enclave navarro de Paternáin, a escasos kilómetros de Pamplona. Ahora hemos sabido que entre ellos se encontraba el de Gregorio Albo Urcelay, militante comunista natural de la localidad burgalesa de Calzada de Bureba y residente en el momento de su detención y asesinato en el barrio de Rotxapea.
Por ello, desde el Partido Comunista queremos mostrar nuestro agradecimiento tanto al Instituto Navarro de la Memoria como al resto de asociaciones y personas que han hecho posible tanto ésta como el resto de identificaciones, deseando que en un breve espacio de tiempo se logre conocer también los nombres y apellidos del resto de compañeros cuyos huesos descansan en esta fosa y que también fueron fusilados por las tropas fascistas semanas después del golpe de Estado.
Además, queremos mostrar nuestra solidaridad con la familia de Gregorio Albo, teniendo un especial recuerdo para su hija Charo Albo, que luchó toda su vida para encontrar los restos de su padre y falleció hace dos años sin conseguirlo. Aún así, sí que recibió el cariño y reconocimiento no solo de sus compañeros de la Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra (AFFNA) sino también de instituciones como el Parlamento de Navarra, que en 2015 le hizo entrega de la Declaración de Reparación y Reconocimiento Personal relativa a su padre.
Gregorio Albo tenía 30 años cuando fue asesinado, estaba casado con Pilar Trascasa y dejó una hija y un hijo. Tenía su domicilio en la Avenida de Guipúzcoa, como muchos de los ferroviarios que trabajan en la Estación de Pamplona. Ni su detención ni su asesinato fueron registrados en documento alguno, aunque se sabe que seguramente tuviera lugar a finales de agosto de 1936, cuando varios ferroviarios vinculados a organizaciones y sindicatos de izquierda fueron delatados, detenidos y ejecutados, sin pasar siquiera por la prisión provincial.
El sufrimiento de las familias no finalizó con el asesinato de estos hombres, ya que en la mayoría de los casos las viudas no pudieron reclamar ningún tipo de pagos pendientes o indemnización, al no constar fecha de los fallecimientos ni circunstancias de los mismos.
Las primeras informaciones sobre la localización de la fosa de Paternáin llegaron a través de AFFNA en el año 2017, cuando recogieron el testimonio de un vecino de la localidad. Cabe recordar que Paternáin, así como otras de la misma Cendea de Zizur o de la cercana Olza, fue escenario de fusilamientos y enterramientos clandestinos entre el verano de 1936 y los primeros meses de 1937.
Con el hallazgo, ahora, de los restos de Gregorio Albo, recuperamos no solo sus huesos, también su nombre y apellidos, su historia y sus ideales en defensa de los derechos de la clase trabajadora, y más en un sector como el ferroviario, que por su combatividad sufrió una especial persecución por parte del régimen franquista.
El Partido Comunista de Navarra fue una de las organizaciones políticas que mayor represión padeció tanto en los años posteriores al golpe fascista como en las primeras décadas del franquismo. Numerosos militantes y dirigentes tanto del PCE como de las Juventudes Socialistas Unificadas fueron perseguidos, detenidos y fusilados, llegando, al menos, a 70 los asesinatos conocidos.
Con motivo del reciente centenario del PCE, el Parlamento de Navarra acogió en junio de 2022una exposición sobre la historia de este partido, en la que se reivindicaban a todos los hombres y mujeres “de puño en alto” que, habiendo formado parte de la vida política navarra, se han desenvuelto con el propósito de dar lugar a una sociedad “más justa e igualitaria”.