La nueva sede del PCE-EPK en Navarra, situada en el pamplonés barrio de la Rotxapea fue escenario el miércoles 21 de diciembre de un taller en la que un especialista en eficiencia energética traslado los principales puntos que las familias obreras tienen que tener en cuenta a la hora de redactar sus contratos energéticos.
En ese sentido, el ingeniero Ion Irañeta trasladó a los asistentes a esta charla los diferentes tipos de contratos que actualmente se pueden encontrar en las facturas domésticas eléctricas y gasísticas, poniendo el acento en el beneficio que supone las tarifas reguladas frente al mercado libre, en la que el consumidor se encuentra a merced de los precios que imponen las grandes compañías. Esas tarifas, recordemos, está diseñada y regulada por el Gobierno, y si bien no es ajena a la fluctuación y especulación de la electricidad o del gas, marca unos parámetros que salvaguardan parte de los derechos de los consumidores.
Además, Irañeta, trató de clarificar el resto de dudas que asaltan a la mayoría de las familias a la hora de tratar de interpretar su factura energética y de conocer si estamos pagando de más por la potencia contratada, de si nos afectan los tramos horarios o si nos beneficia tener un contrato a precio fijo o variable.
Otro de los puntos que se trataron en la conferencia fue el de la diferenciación entre distribuidora y comercializadora. Mientras las distribuidoras son la que se encarga de llevar la electricidad a nuestras casas y están asignadas a los diferentes territorios españoles, las comercializadoras nacieron con la liberalización del mercado, con la que surgieron decenas de empresas que lo que hacen es comprar esa energía y venderla al consumidor. Aunque, como puso de manifiesto Ion Irañeta, el número y características de estas comercializadoras está en una continua variación, siendo las controladas por la propias grandes distribuidoras como Iberdrola o Endesa las que siguen manteniendo la mayor porción de la tarta del negocio eléctrico en España. De hecho, este oligopolio controla el proceso energético de principio a fin, siendo de ellas las infraestructuras generadoras de electricidad y los mecanismos que los hacen llegar a fábricas y hogares. Es decir, que son ellas las que deciden el precio, subiéndolo y bajándolo prácticamente a su antojo sin que los gobiernos puedan hacer nada más que reducir los impuestos que afectan a las facturas domésticas y que suponen una parte muy pequeña del total a pagar.
En ese sentido, las privatizaciones impulsadas por el PP y PSOE han perjudicado claramente a la mayoría de la sociedad y beneficiado solo a una minoría. Más aún, las grandes compañías luchan con toda su fuerza hoy en día para frenar los contratos de tarifas reguladas, último y único bastión que tienen tanto las clases populares como el Gobierno para democratizar la energía.
Frente a este modelo, la única salida es la creación de un potente sector público energético que dé respuesta a la demanda de los hogares y de las empresas españolas. Y mientras llegar ese momento, la ciudadanía tiene que ser consciente no sólo del conflicto energético existente sino también de las posibilidades que tiene en su mano para pagar menos por un servicio imprescindible como el de la luz o el gas: ya sea con la colocación de luces led, electrodomésticos eficientes o creando comunidades energéticas.
Esta charla-taller, que contó con la presencia de un nutrido grupo de militantes y vecinos de Iruñea, fue presentada por la secretaria política del Partido Comunista en Navarra, Isabel Burbano, quien hizo hincapié en la importancia de afrontar el problema energético actual desde el interés público, sin olvidar las contradicciones que supone para desarrollo sostenible el actual modelo de producción y consumo energético.