El Partido Comunista de Euskadi (PCE-EPK) se felicita del acuerdo alcanzado entre varias formaciones políticas para desbancar a la derecha de la Alcaldía de Iruñea y poner las bases de un gobierno municipal progresista, como así apoyó en las urnas la mayoría de las vecinas y vecinos de la capital navarra.
Esta moción de censura que se prevé tenga efecto el próximo 28 de diciembre, no debe ser únicamente un cambio de nombres, sino el primer paso para construir un equipo de personas y un programa que pongan en el centro de la política municipal las necesidades de la clase trabajadora de Pamplona. En ese sentido, en opinión del PCE, es prioritario volver a contar con aquellos agentes sociales y vecinales que trabajan en los barrios de la capital, dándoles no solo la palabra sino también mecanismos para decidir el futuro de Iruñea. Los intereses privados que, con la últimas alcaldías de UPN dirigidas por Enrique Maya y Cristina Ibarrola, han marcado el ritmo de la agenda urbanística, económica y social, deben dar paso a otra manera de hacer política y a los intereses de la mayoría vecinos y vecinas de Pamplona.
El reto global y local que afronta nuestra sociedad, con las políticas ultraliberales y el fascismo en una clara ofensiva, obligan a acuerdos entre distintos pero también a programas firmes contra la desigualdad económica y de barrios, el cambio climático, la xenofobia, el machismo o la pobreza. En ese camino, el Partido Comunista de Navarra mantiene su apuesta para seguir trabajando por esa Iruñea abierta, solidaria e igualitaria, tanto desde el Ayuntamiento con los y las compañeras de Contigo Navarra-Zurekin Nafarroa, como desde las asociaciones vecinales, culturales, sindicales y sociales.