La formación comunista llama al conjunto de la sociedad a hacer suyas las demandas del campo frente a los discursos negacionistas de la ultraderecha que, lejos de apoyar al sector, defiende los intereses de las grandes compañías agrarias
El Partido Comunista de Euskadi (PCE-EPK) quiere mostrar su “apoyo” a las “reivindicaciones en defensa del sector agrario y del campo”, muy especialmente las que provienen de los “pequeños y medianos agricultores y ganaderos”. Así, y ante el inicio de las movilizaciones que diferentes organizaciones están llevando a cabo no solo en Navarra y Euskadi o el resto de España, sino en todo el Continente, la organización comunista quiere poner el acento, precisamente, en “las políticas impulsadas por la Unión Europea y sus tratados de libre comercio”, que “arruinan” a la agricultura profesional y “merman la soberanía alimentaria de cada país”.
Un ejemplo claro de estas prácticas, según el PCE-EPK, es la importación de productos agrícolas libres de aranceles o “sin que cumplan las mismas restricciones” en materia de pesticidas y productos químicos que los europeos, lo que produce “un agravio” a los agricultores navarros y españoles. Estos tratados, además, no responden a una “necesidad real” de estos productos, sino a “contrapartidas” por los “acuerdos militares o migratorios” que la UE ha decidido firmar, por ejemplo, con Ucrania o Marruecos.
Uberización del campo. En opinión del PCE-EPK, el futuro del campo también pasa por frenar su “uberización”, es decir la concentración de tierras en manos de los fondos de inversión, y por garantizar el relevo generacional. Asímismo, es imprescindible “redoblar” las prácticas sostenibles, ya que, “objetivamente”, si el cambio climático avanza a la velocidad actual, la actividad agroganadera como la conocemos hoy en día, será “inviable”, desapareciendo tanto esas pequeñas y medianas explotaciones como el desarrollo rural que lo posibilitan.
En ese sentido, desde el Partido Comunista advierten de que, las “proclamas” que lanzan algunos grupos desde posiciones “claramente ultraderechistas y negacionistas”, no buscan defender el sector sino la gran industria agraria y ganadera. Ejemplo de todo ello, son sus aspiraciones a rebajar las exigencias de la Política Agraria Común en materia medioambiental, a derogar la Agenda 2030 contra el cambio climático o a fomentar el modelo que “atrae fondos de inversión y expulsa agricultores y ganaderos”.
Navarra: Frente a estas políticas ultraliberales, desde el PCE-EPK en Navarra apuestan por otros tipo de medidas que defiendan el sector agrícola, ya que es un sector “estratégico” para la Comunidad Foral. Así, el Gobierno de Navarra y el de España deben ser los “principales impulsores” de una “férrea” defensa de los productores autonómicos y de los pequeños y medianos agricultores y ganaderos, ya que son “fundamentales” para la producción de cercanía y para la soberanía alimentaria. Y esa defensa debe darse tanto en Navarra “como en Europa”, con votaciones coherentes de las formaciones políticas allí representadas que pongan “freno” a esos tratados de libre comercio.
Evidentemente, afirman desde el PCE-EPK, los grandes lobbies capitalistas “juegan sus cartas”, ya sea en el mundo rural con el “descontento” que vive el campo, en el Parlamento navarro o en la Unión Europea, donde todos estos grupos ultras votan “precisamente contra el pequeño y mediano productor”.
Convenio del Campo. Son, además, estos grupos y la gran patronal que los sostiene, los que se “niegan” a negociar un Convenio Estatal del Campo que mejore las condiciones salariales y laborales de las más de 770.000 personas que están ocupadas en este sector en el conjunto del Estado. Ese acuerdo, por fortuna, sí se ha dado en Navarra, donde recientemente UAGN, EHNE y UCAN han alcanzado un acuerdo con los sindicatos CCOO, LAB y UGT que estipula subidas salariales según el IPC y dos días de descanso semanal, entre otras mejoras. Un “importante” avance que “señala el camino” a seguir en el resto de España, concluye la formación comunista.
En resumen, desde el PCE-EPK y “frente a los cantos de sirena del modelo neoliberal de la ultraderecha”, llaman al “conjunto de la sociedad” a mostrar su apoyo a las “justas” demandas del campo, ya que consideran que no solo es una cuestión de “solidaridad”, sino un elemento “fundamental” para el conjunto de la “clase trabajadora”, ya que defender el campo es defender el “futuro de todos y de todas”.